viernes, 9 de abril de 2010


Im-potencia.

Arturo, su único cliente del día y el primero de la semana,

ella dice que es el mejor y aunque le es prohibido amar,

lo está de Arturo, pues le recuerda a Marcos,

su último esposo, sus mismos ojos, sus labios, su cuerpo,

su pelo y hasta su pene.

Después de una gran conversación ligada con vino,

cigarrillo Light, lágrimas, palabras, recuerdos en la

sala de su pequeño apartamento, lo llevó a su dormitorio color rojo vino,

apagado las luces, empezó

acariciarlo como solo ella lo hace, esos besos

aprendido en su propia universidad.

El comenzaba a excitarse, cerrando los ojos,

ella comenzaba a bajarle el pantalón,

pero el le dijo que no, aún no; ella insistía

y el que no, ella siguió acariciándolo

aunque el no permitía que esas caricias

llegaran a su pene, luego de un rato,

ella comenzó a bajarle el pantalón muy lento,

pero el estaba tan en esos besos ,que no se dio cuenta

hasta que la escuchó decir, pobre hombre,

y cayó al suelo hecho llantos.

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