Im-potencia.
Arturo, su único cliente del día y el primero de la semana,
ella dice que es el mejor y aunque le es prohibido amar,
lo está de Arturo, pues le recuerda a Marcos,
su último esposo, sus mismos ojos, sus labios, su cuerpo,
su pelo y hasta su pene.
Después de una gran conversación ligada con vino,
cigarrillo Light, lágrimas, palabras, recuerdos en la
sala de su pequeño apartamento, lo llevó a su dormitorio color rojo vino,
apagado las luces, empezó
acariciarlo como solo ella lo hace, esos besos
aprendido en su propia universidad.
El comenzaba a excitarse, cerrando los ojos,
ella comenzaba a bajarle el pantalón,
pero el le dijo que no, aún no; ella insistía
y el que no, ella siguió acariciándolo
aunque el no permitía que esas caricias
llegaran a su pene, luego de un rato,
ella comenzó a bajarle el pantalón muy lento,
pero el estaba tan en esos besos ,que no se dio cuenta
hasta que la escuchó decir, pobre hombre,
y cayó al suelo hecho llantos.
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